Después de cien años, la creatividad, la fe y el espíritu de la Iglesia de Guadalupe no se han agotado. Esta parroquia, fundada originalmente para atender las necesidades de una comunidad pequeña, pobre y explotada, se ha convertido en uno de los hitos del patrimonio cultural, histórico y religioso de San Antonio, y sigue creciendo. Ha sido un lugar de peregrinaje para muchos: para Eleanor Roosevelt en 1937 y para el Papa Juan Pablo II medio siglo después. Por el presidente de México, Carlos Salinas de Gortari, quien visitó la Plaza Guadalupe en 1991, y por el entonces senador Barack Obama, quien visitó la misma plaza en 2008. Por un grupo de estudiantes de la Universidad de Texas en San Antonio, quienes se manifestaron frente a la iglesia durante su huelga de hambre de veintidós días en apoyo del DREAM Act pro-inmigrante trágicamente derrotado. Para Miss San Antonio 2011 Domonique Ramírez, quien legó su corona a la iglesia en honor a la Virgen, “la reina de reinas, la guardiana de todas las coronas”

Pero sobre todo, este es un lugar de peregrinaje para los cientos de miles de católicos que han vivido aquí bajo la protección de Nuestra Señora de Guadalupe y han contribuido a la comunidad parroquial – o que han visitado este hermoso santuario de cerca y de lejos para suplicar ayuda y sanación, ofrecer gracias y alabanza, y orar por la Iglesia y por el mundo.